jueves, 26 de marzo de 2009

Lugrebe


El último fulgor de la luz crepuscular,el negro velo rasga hiriente,muriendo la tarde en tibia soledad.La luna misteriosa vistiendo tules de azahar,bella emerge por el horizonte cual hostia sagrada en el altar.El alma enamorada exhala suspiros para liberarráfagas de amor en lontananza aromas de besos, y caricias prodigar.Dónde te hallarás?Acaso extrañas mi cantar?Reclinada en la ventana abierta la noche interrogo, mi delirio contestar.Piensas en mí?Crucificas amor al deshojar mis poemas en versos dedicados como capullos abiertos en un rosal?Aún me amas?Podré volverte a ver?Alforja rebosada, mieles de pasiones,envase preferido en cuerpo de mujer.Mis ojos centinelas horadantes en la oscuridad,avizores en los días luminosos,te invocan, a un nuevo despertar.

jueves, 19 de marzo de 2009

Comprender


¿POR QUÉ TE CUESTA COMPRENDER?
*
¿Por qué te cuesta comprender
Y no quieres ver que el tiempo vuela,
Que el amor llega y no espera,
Que este mundo es una alocada esfera
Y que si no te encuentra bien parado, te quedas afuera.
¿Por qué te cuesta comprender
Que querer no es solo padecer?
Hay muchas cosas que nos pueden complacer…
¿O alguien puede negar
La belleza incomparable de un atardecer,
O la gloria de ver juntos un mágico amanecer?
Es que cuando un amor es muy grande,
Se siente navegar hasta en la sangre,
Es sentir esa ternura sobre la piel
Como un rocío de tibia miel.
Y es allí donde todo cobra sentido
Y el corazón es como un clavel encendido
Al sentirse, así querido…
Lo triste es que no has llegado a comprender,
Que son sagradas las cosas del querer,
Que respetar es sinónimo de amar
Y amar es hasta el alma dar.
Sólo... ¡déjate llevar!
Y es allí donde has de comprender
Que la vida con amor
Siempre ha de ser lo mejor…

domingo, 15 de marzo de 2009

Musica para tus oidos


Te invoco,te invito,vestida de Isis, colage de perlas y cintas brío silente, fronde de pámpanos,moras blancas de viñas bouquet de aves bordan el cielo,hilván de gala y pistilos zarzas de alas,quiebran el viento,sus plumas de iridio...Vuela la música,complacen mis dedos,sonoro elixir nacarin o surco el arpegio,desboco en las notas,escalas de ébanote siento en las blancas,vibrar sostenido que impera y me ceba fugaz melodía,me enciendo en tu boca,renazco manceba...Tu copa,mi copa,un sorbo en la tuya,emerge en la mía fusión de cristal,sabor y luna,aroma en cenizas de almíbar candil voraz de melopea amante,tu éxtasis azul me invalidadesarmo en tus ojos,sigilosa mirada,luminar que me incita...Dádiva pasión,cultivo de sueños,nidal de Afrodita acallo al despertar de los pájaros,fónico arrullo de vida tengo la imagen de tus letras,esas que tú dices baldías unidas a mis lágrimas,voceo de río en mi sonrisa tardía

Ríes, en una pared.
Lloras, sin saber por qué.
Y al final
Llegará el final
Inevitable…

Inevitable para ti
Saber…

No busques más
En un cajón,
La solución
Esta ahí
Y es tan extraña…

No llores más
Mi corazón,
No digas más
Que es el dolor
Lo que te apaga…

No llores más
Mi corazón,
No grites más
Y por favor
No digas nada…

Se infiltrará
Como un adiós
Y morirá
Lo que te hace daño…


martes, 10 de marzo de 2009

dark city


Dentro de todo es dulce vivir como yo vivo pendiente de tu amor como un globo cautivo.Corre el mundo a mis pies,pero yo no lo siento:sólo tu amor me agitacomo un ligero viento.Tú de lejos sostienes tus hilos temblorosos,yo de lejos te envío sonrisas y sollozos ...2Tienes la maldad fría y sutil del veneno,sabes la muerte lenta que dan los infiernos,y sabes además que por eso te quiero!.Amargas el brebaje que tienes con los,echas sal en mi pan y en mi goce echas miedo y sazonas el filtro del amor porque muero!.Aprendiste a hacer deseables el infierno,sabes hacer amable la caricia del fuego y sabes el secreto de hacer mi amor eterno!.Conoces la manera de ceder al deseo para que sus raíces no perezcan sin riesgo y eternizar el río sediento de mis besos !.3Tu letra es como tú, firme, ruda, sincera;tu letra es cruel y mala.Te amas más en tu letra que no ha temblado nunca que en la vanidad fría de tu carta.Te amo, y aborrezco tus cartas y tu letra,la letra con que escribes tan hondo amor de mi alma.4Copa de cristal pulido bebo, bebo y no me embriago,con sabor a corazóny sabor divino a labios.Bacante soy de una orgía deliciosa y no me exalto.Ruedan abiertas las rosas sobre mi corpiño intacto y yo bebo y bebo másel licor que sabe a labios.Maravilloso licordel que ya he bebido tantosin que se alteren mis venas,sin que en mi mente haga estragos.centellea, como dos ojos negros en mi vaso,prende infinitas antorchasen mi corazón helado y arrastra mi pensamiento hacia caminos fantásticos.Bebo, y no estoy ebria no,Muerdo el cristal de mi vasoy hago trizas los espejos que miran y estoy mirando Me sumerjo en mi licor como en olas de cobalto y aunque bebo, no me estalla roto el cerebro en pedazos ...Disuelvo mi pensamiento,licor con sabor a labios y en tus olas de emoción toda la voluntad deshago.Centellar de ojos ardientes,aunque muero, no me embriago,y aunque he disuelto mi vida en la copa de tu labios!.5Junto a mi vera un camino,y aquí tranquilos mis piesy no me llevan consigo!.Me incita a mi lado el mary un barco a la vela presto y no me voy a viajar.Me consumo deseando,y tu boca guarnecida de besos, aquí a mi lado!...Pero entre mi alma y tu almahay una pared muy alta ...Tú sabes como se llama!6Ya nada más. Miro borrosos los negros días del pasado.De tu semblante tan amado no queda un rasgo tembloroso.Tu nombre no turba el reposode mi corazón fatigadode haberte tanto y tanto amando con amor hondo y silencioso.Libre de fiebre al fin me siento Mi corazón libre camina endeble, pero indiferente,y es la vida espejo pulido donde contemplo consumido mi rostro convaleciente.7Mi corazón acoge al amor sin reserva.Le acaricia los rizos con blandura inefable porque le sabe niño, porque le sabe amable y porque aquella cruel juventud le recuerda ...Mi corazón le acoge con pausa dulce y fría.Besa sus labios dulces sin temblar, y le deja jugar con el carcaj y la saeta vieja apuntando en el blanco de mi alma vacía.Pobre amor!, pobre niño! . Mi rencor no te alcanza,pero no hace surgir la más leve esperanza el murmullo que siempre derramas en el oído.Mi corazón repudia tus besos inocentes,y aunque mis manos buenas te acaricien clementes,ya no eres para mí sino un sueño perdido.8Te odio. Lo digo con la unción enorme con que te dije te amo.Pasaste de un extremo al otro extremo,sin transición , de un salto.Ayer no más te amé y hoy te aborrezco y apenas he cambiado.Siempre sueño contigo por las noches con hondo sobresalto.Siempre y sin darme cuenta, me detengo muda, ante tu retrato.Siempre que miro un árbol en las tardeses que te estoy mirando,Siempre que no respondo a una pregunta es que en ti me distraigo,y siempre que se nubla en mi vida y que quiero morir, estoy pensandoen aquel roce silencioso y últimode tu mano y mi mano ...Todo es igual, pero antes amor era y ahora es odio en cambio.9Tienes la frialdad horrible de una estatua,de una estatua de piedra en un jardín dormido.En vano echo a tu cuello las dos serpientes blancas de mis dos brazos blancos; nada puedo contigo!.Me tienta el espejismo de tus ojos de aceroy me doblo ante el frío rayo de su mirada.Si levanto la voz, en sus focos de oro como un collar de vidrio se quiebran mis palabras.Pecho de hierro donde se golpean mis puñoshasta sangrar ... Te amo, y me muero de anhelo.Yo no soy sino el hilo de un deseo que asciendede un amor a tus pies como nudo deshecho!.10En tus ojos profundos está todo mi mundo.Allí está mi secreto en tus ojos sujeto ...Busca en ti y no en mí y hallarás el por qué nunca hallé, dicha, paz.11Porque me quieres me torturas y ya eras dueño de mis días y siempre habrán mis alegrías de entremezclarse de amarguras.Porque me quieres, no venturas,sino dolor, melancolías.Porque me quieres, nunca mías la tarde azul, las muchas puras ...Porque me quieres me atormentas.Porque me quieres, con violentasy crueles manos, hieres, hieres.Porque me quieres, va muriendo presa de vértigo tremendo mi corazón, porque me quieres!.12Cuando es muy dura para mi la vida,te miro entras por esa puerta abierta y es la visión tan nítida y tan cierta que hago mía otra vez la dicha ida.Tiembla mi mano de la tuya asida,se alza de nuevo mi esperanza yertay revive en tu amor mi vida muerta a todos los halagos de la vida...Otra vez vivo y otra vez me muero cuando mi boca estrechas con tu cabo en cruel y pasajera fantasía para desvanecerte tan ligero,que despierta otra vez, mi mano tocala puerta a que no llegas todavía !.13Amor que te niegas, espera aun, espera,soy joven todavía.No cruces a mi lado sin detener el paso,soy joven todavía!.Ni una arruga me cruza la frente melancólica sin tu caricia fría.Entre mis manos frágiles tu angustia y tu deseo cabrían, sí , cabrían.y si acaso las mueves, mi mano aguda y pálidase que se prestaría a la caricia tímida o a la caricia cruel que tú le enseñarías.Mientras los animaste, en mis pupilas jóven es la dicha sonreía.No supe de otros goces ni de otro dolor supe que el que de ti venía.Sólo de amor lloré, sólo de amor sufrí,sólo de amor reía.Tú que mi vida fuiste, nunca pensé, oh ingrato,que me abandonarías!.Invéntame torturas, pruébame en mil fatigas,todo lo sufriría porque de nuevo amor, se abrase en tu calor esta mi vida fría ...Amor que te me niegas, espera aun, espera,espera todavía !.

lunes, 9 de marzo de 2009

zombie


He llegado a este mundo imaginando tu ser, ideando tu figura, pero mi mente no ha de formar una descripción tan maravillosa.
Porque no me he de conformar con tan solo esta descripción inconclusa?
Si para mi esta pequeña ideología tuya provoca en mi los sentimientos más profundos.
¡No!
Pero mi corazón no se resigna al hecho de no poder llegar a tenerte en mis brazos, rozar tus labios de miel, sentir tu sutil aroma, el solo anhelo de llegar a reflejar tus ojos en los míos hace que mi corazón se sumerja en un éxtasis infinito.
¿Dónde te puedo encontrar? ¡es lo que no se!, tan solo eres una ilusión inconclusa, un sueño, que me hace feliz pero al la vez me atormenta.

Llegas, amor, cuando la vida ya nada me ofrecía sino un duro sabor de lenta consunción y un saberse dolor desamparado,casi ceniza de tinieblas;llega tu voz a destrozar la nochey asciendes por mi cuerpo como el cálido pulso hacia el latir postrero de quien a solas sabe que un abismo de duelo lo sostiene.Nada había sin ti,ni un sueño transformado en vida,ni la certeza que nos precipita hasta el total saberse consumido;sólo un pavor entre mi noche levantando su voz de precipicio;era una sombra que se destrozaba,incierta en húmedas tinieblasy engañosas palabras destruidas,trocadas en blasfemias que a los ojos ni luz ni sombra daban:era el temor a ser sólo una lágrima.Mas el mundo renace al encontrarte,y la luz es de nuevo ascendiendo hacia el aire la tersa calidez de sus alientos lentamente erigidos;brotan de fuerza y cólera y de un aroma suave como espuma,tal un leve recuerdoque de pronto se hiciera un muro de durezao manantial de sombra. Y en ti mi corazón no tiene formani es un círculo en paz con su tristeza,sino un pequeño fuego,el grito que florece en medio de los labiosy torna a ser el finun sencillo reflejo de tu cuerpo,el cristal que a tu imagen desafía, el sueño que en tu sombra se aniquila.Olas de luz tu voz, tu aliento y tu mirada en la dolida playa de mi cuerpo;olas que en mí desnúdanse como alas,hechas rumor de espuma, oscuridad, aroma tierno,cuando al sentirme junto a tu desnudose ilumina la forma de mi cuerpo.Un mar de sombra eres, y entre tu sal oscurahay un mundo de luz amanecido.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Vampire

LA NOCHE SE ACERCA EL FRIO ME PENETRA UN RECUERDO ME INQUIETA MIENTRAS EL DOLOR NO cESA...... LO LLAMAN MALDAD LO NOMBRAN CRUELDAD PERO FUE EL PERDON QUE HE NOMBRADO REDENCIÓN..... CON UN BESO FATAL Y UNA MORDIDA INFERNAL AL SU SANGRE DERRAMAR SE HA LLENADO DE PAZ... NO PIDO PERDON.... LO HE HECHO POR AMOR ¡ LE REGALE LA ETERNIDAD NO ES MAS UN MORTAL.... CON ELIXIR MALDITO Y FUEGO INFINITO CON TU SANGRE Y MI SANGRE NOS VOLVEMOS VAMPIROS.... ALMA
RECUERDOS SOLEDAD Y MARTIRIO AGONIA Y DELIRIO DOLOR Y TRISTEzA Q A MI ETERNIDAD REGRESA.... MI VIDA SE AFERRA A UN AMOR QUE CONDENA MI CUERPO SE QUEMA Y TU ENCIENDES LA LEÑA.... RECUERDOS Y SUEÑOS ESPECTROS Y ENGENDROS ME INVADEN EL ALMA SE ROBAN MI CALMA.... MI SANGRE SE SECA ME DEJA EN TINIEBLAS UN SUSPIRO SE ALEJA UN TERROR ME PENETRA.... ME HAS DEJADO ASI ME HAS HUNDIDO AL FIN.... EN LA INMENSA OSCURIDAD POR Q NUNCA VOLVERAS.... ALMA ASI TENGO MUCHOS PERO NUNCA ACABARIA....NO SOY UNA GRAN muerta del vino agrio.........................

martes, 3 de marzo de 2009

Vampire


En el regazo de la tarde triste yo invoqué tu dolor... Sentirlo era Sentirte el corazón!



Palidecistehasta la voz, tus párpados de ceraBajaron...y callaste...Pareciste oír pasar la muerte...Yo que abriera tu herida mordí en ella -¿Me sentiste?-¡Como en el oro de un panal mordiera!Y exprimí más, traidora, dulcemente tu corazón herido mortalmente;por la cruel daga rara y exquisitade un mal sin nombre, ¡Hasta sangrarlo en llanto!y las mil bocas de mi sed maldita tendí a esa fuente abierta en tu quebranto¿Por qué fui tu vampira de amargura?¿Soy flor o estirpe de una especie oscura que come llagas y que bebe el llanto?

domingo, 1 de marzo de 2009

Lovecraft


DAGON Escribo esto bajo una fuerte tensión mental, ya que cuando llegue la noche habré dejado de existir. Sin dinero, y agotada mi provisión de droga, que es lo único que me hace tolerable la vida, no puedo seguir soportando más esta tortura; me arrojaré desde esta ventana de la buhardilla a la sórdida calle de abajo. Pese a mi esclavitud a la morfina, no me considero un débil ni un degenerado. Cuando hayan leído estas páginas atropelladamente garabateadas, quizá se hagan idea -aunque no del todo- de por qué tengo que buscar el olvido o la muerte.Fue en una de las zonas más abiertas y menos frecuentadas del anchuroso Pacífico donde el paquebote en el que iba yo de sobrecargo cayó apresado por un corsario alemán. La gran guerra estaba entonces en sus comienzos, y las fuerzas oceánicas de los hunos aún no se habían hundido en su degradación posterior; así que nuestro buque fue capturado legalmente, y nuestra tripulación tratada con toda la deferencia y consideración debidas a unos prisioneros navales. En efecto, tan liberal era la disciplina de nuestros opresores, que cinco días más tarde conseguí escaparme en un pequeño bote, con agua y provisiones para bastante tiempo.Cuando al fin me encontré libre y a la deriva, tenía muy poca idea de cuál era mi situación. Navegante poco experto, sólo sabía calcular de manera muy vaga, por el sol y las estrellas, que estaba algo al sur del ecuador. No sabía en absoluto en qué longitud, y no se divisaba isla ni costa algunas. El tiempo se mantenía bueno, y durante incontables días navegué sin rumbo bajo un sol abrasador, con la esperanza de que pasara algún barco, o de que me arrojaran las olas a alguna región habitable. Pero no aparecían ni barcos ni tierra, y empecé a desesperar en mi soledad, en medio de aquella ondulante e ininterrumpida inmensidad azul.El cambio ocurrió mientras dormía. Nunca llegaré a conocer los pormenores; porque mi sueño, aunque poblado de pesadillas, fue ininterrumpido. Cuando desperté finalmente, descubrí que me encontraba medio succionado en una especie de lodazal viscoso y negruzco que se extendía a mi alrededor, con monótonas ondulaciones hasta donde alcanzaba la vista, en el cual se había adentrado mi bote cierto trecho.Aunque cabe suponer que mi primera reacción fuera de perplejidad ante una transformación del paisaje tan prodigiosa e inesperada, en realidad sentí más horror que asombro; pues había en la atmósfera y en la superficie putrefacta una calidad siniestra que me heló el corazón. La zona estaba corrompida de peces descompuestos y otros animales menos identificables que se veían emerger en el cieno de la interminable llanura. Quizá no deba esperar transmitir con meras palabras la indecible repugnancia que puede reinar en el absoluto silencio y la estéril inmensidad. Nada alcanzaba a oírse; nada había a la vista, salvo una vasta extensión de légamo negruzco; si bien la absoluta quietud y la uniformidad del paisaje me producían un terror nauseabundo.El sol ardía en un cielo que me parecía casi negro por la cruel ausencia de nubes; era como si reflejase la ciénaga tenebrosa que tenía bajo mis pies. Al meterme en el bote encallado, me di cuenta de que sólo una posibilidad podía explicar mi situación. Merced a una conmoción volcánica el fondo oceánico había emergido a la superficie, sacando a la luz regiones que durante millones de años habían estado ocultas bajo insondables profundidades de agua. Tan grande era la extensión de esta nueva tierra emergida debajo de mí, que no lograba percibir el más leve rumor de oleaje, por mucho que aguzaba el oído. Tampoco había aves marinas que se alimentaran de aquellos peces muertos.Durante varias horas estuve pensando y meditando sentado en el bote, que se apoyaba sobre un costado y proporcionaba un poco de sombra al desplazarse el sol en el cielo. A medida que el día avanzaba, el suelo iba perdiendo pegajosidad, por lo que en poco tiempo estaría bastante seco para poderlo recorrer fácilmente. Dormí poco esa noche, y al día siguiente me preparé una provisión de agua y comida, a fin de emprender la marcha en busca del desaparecido mar, y de un posible rescate.A la mañana del tercer día comprobé que el suelo estaba bastante seco para andar por él con comodidad. El hedor a pescado era insoportable; pero me tenían preocupado cosas más graves para que me molestase este desagradable inconveniente, y me puse en marcha hacia una meta desconocida. Durante todo el día caminé constantemente en dirección oeste guiado por una lejana colina que descollaba por encima de las demás elevaciones del ondulado desierto. Acampé esa noche, y al día siguiente proseguí la marcha hacia la colina, aunque parecía escasamente más cerca que la primera vez que la descubrí. Al atardecer del cuarto día llegué al pie de dicha elevación, que resultó ser mucho más alta de lo que me había parecido de lejos; tenía un valle delante que hacía más pronunciado el relieve respecto del resto de la superficie. Demasiado cansado para emprender el ascenso, dormí a la sombra de la colina.No sé por qué, mis sueños fueron extravagantes esa noche; pero antes que la luna menguante, fantásticamente gibosa, hubiese subido muy alto por el este de la llanura, me desperté cubierto de un sudor frío, decidido a no dormir más. Las visiones que había tenido eran excesivas para soportarlas otra vez. A la luz de la luna comprendí lo imprudente que había sido al viajar de día. Sin el sol abrasador, la marcha me habría resultado menos fatigosa; de hecho, me sentí de nuevo lo bastante fuerte como para acometer el ascenso que por la tarde no había sido capaz de emprender. Recogí mis cosas e inicié la subida a la cresta de la elevación.Ya he dicho que la ininterrumpida monotonía de la ondulada llanura era fuente de un vago horror para mí; pero creo que mi horror aumentó cuando llegué a lo alto del monte y vi, al otro lado, una inmensa sima o cañón, cuya oscura concavidad aún no iluminaba la luna. Me pareció que me encontraba en el borde del mundo, escrutando desde el mismo canto hacia un caos insondable de noche eterna. En mi terror se mezclaban extraños recuerdos del Paraíso perdido, y la espantosa ascensión de Satanás a través de remotas regiones de tinieblas.Al elevarse más la luna en el cielo, empecé a observar que las laderas del valle no eran tan completamente perpendiculares como había imaginado. La roca formaba cornisas y salientes que proporcionaban apoyos relativamente cómodos para el descenso; y a partir de unos centenares de pies, el declive se hacía más gradual. Movido por un impulso que no me es posible analizar con precisión, bajé trabajosamente por las rocas, hasta el declive más suave, sin dejar de mirar hacia las profundidades estigias donde aún no había penetrado la luz.De repente, me llamó la atención un objeto singular que había en la ladera opuesta, el cual se erguía enhiesto como a un centenar de yardas de donde estaba yo; objeto que brilló con un resplandor blanquecino al recibir de pronto los primeros rayos de la luna ascendente. No tardé en comprobar que era tan sólo una piedra gigantesca; pero tuve la clara impresión de que su posición y su contorno no eran enteramente obra de la Naturaleza. Un examen más detenido me llenó de sensaciones imposibles de expresar; pues pese a su enorme magnitud, y su situación en un abismo abierto en el fondo del mar cuando el mundo era joven, me di cuenta, sin posibilidad de duda, de que el extraño objeto era un monolito perfectamente tallado, cuya imponente masa había conocido el arte y quizá el culto de criaturas vivas y pensantes.Confuso y asustado, aunque no sin cierta emoción de científico o de arqueólogo, examiné mis alrededores con atención. La luna, ahora casi en su cenit, asomaba espectral y vívida por encima de los gigantescos peldaños que rodeaban el abismo, y reveló un ancho curso de agua que discurría por el fondo formando meandros, perdiéndose en ambas direcciones, y casi lamiéndome los pies donde me había detenido. Al otro lado del abismo, las pequeñas olas bañaban la base del ciclópeo monolito, en cuya superficie podía distinguir ahora inscripciones y toscos relieves. La escritura pertenecía a un sistema de jeroglíficos desconocido para mí, distinto de cuantos yo había visto en los libros, y consistente en su mayor parte en símbolos acuáticos esquematizados tales como peces, anguilas, pulpos, crustáceos, moluscos, ballenas y demás. Algunos de los caracteres representaban evidentemente seres marinos desconocidos para el mundo moderno, pero cuyos cuerpos en descomposición había visto yo en la llanura surgida del océano.Sin embargo, fueron los relieves los que más me fascinaron. Claramente visibles al otro lado del curso de agua, a causa de sus enormes proporciones, había una serie de bajorrelieves cuyos temas habrían despertado la envidia de un Doré. Creo que estos seres pretendían representar hombres... al menos, cierta clase de hombres; aunque aparecían retozando como peces en las aguas de alguna gruta marina, o rindiendo homenaje a algún monumento monolítico, bajo el agua también. No me atrevo a descubrir con detalle sus rostros y sus cuerpos, ya que el mero recuerdo me produce vahídos. Más grotescos de lo que podría concebir la imaginación de un Poe o de un Bulwer, eran detestablemente humanos en general, a pesar de sus manos y pies palmeados, sus labios espantosamente anchos y fláccidos, sus ojos abultados y vidriosos, y demás rasgos de recuerdo menos agradable. Curiosamente, parecían cincelados sin la debida proporción con los escenarios que servían de fondo, ya que uno de los seres estaba en actitud de matar una ballena de tamaño ligeramente mayor que él. Observé, como digo, sus formas grotescas y sus extrañas dimensiones; pero un momento después decidí que se trataba de dioses imaginarios de alguna tribu pescadora o marinera; de una tribu cuyos últimos descendientes debieron de perecer antes que naciera el primer antepasado del hombre de Piltdown o de Neanderthal. Aterrado ante esta visión inesperada y fugaz de un pasado que rebasaba la concepción del más atrevido antropólogo, me quedé pensativo, mientras la luna bañaba con misterioso resplandor el silencioso canal que tenía ante mí.Entonces, de repente, lo vi. Tras una leve agitación que delataba su ascensión a la superficie, la entidad surgió a la vista sobre las aguas oscuras. Inmenso, repugnante, aquella especie de Polifemo saltó hacia el monolito como un monstruo formidable y pesadillesco, y lo rodeó con sus brazos enormes y escamosos, al tiempo que inclinaba la cabeza y profería ciertos gritos acompasados. Creo que enloquecí entonces.No recuerdo muy bien los detalles de mi frenética subida por la ladera y el acantilado, ni de mi delirante regreso al bote varado... Creo que canté mucho, y que reí insensatamente cuando no podía cantar. Tengo el vago recuerdo de una tormenta, poco después de llegar al bote; en todo caso, sé que oí el estampido de los truenos y demás ruidos que la Naturaleza profiere en sus momentos de mayor irritación.Cuando salí de las sombras, estaba en un hospital de San Francisco; me había llevado allí el capitán del barco norteamericano que había recogido mi bote en medio del océano. Hablé de muchas cosas en mis delirios, pero averigüé que nadie había hecho caso de las palabras. Los que me habían rescatado no sabían nada sobre la aparición de una zona de fondo oceánico en medio del Pacífico, y no juzgué necesario insistir en algo que sabía que no iban a creer. Un día fui a ver a un famoso etnólogo, y lo divertí haciéndole extrañas preguntas sobre la antigua leyenda filistea en torno a Dagón, el Dios-Pez; pero en seguida me di cuenta de que era un hombre irremediablemente convencional, y dejé de preguntar.Es de noche, especialmente cuando la luna se vuelve gibosa y menguante, cuando veo a ese ser. He intentado olvidarlo con la morfina, pero la droga sólo me proporciona una cesación transitoria, y me ha atrapado en sus garras, convirtiéndome irremisiblemente en su esclavo. Así que voy a poner fin a todo esto, ahora que he contado lo ocurrido para información o diversión desdeñosa de mis semejantes. Muchas veces me pregunto si no será una fantasmagoría, un producto de la fiebre que sufrí en el bote a causa de la insolación, cuando escapé del barco de guerra alemán. Me lo pregunto muchas veces; pero siempre se me aparece, en respuesta, una visión monstruosamente vívida. No puedo pensar en las profundidades del mar sin estremecerme ante las espantosas entidades que quizá en este instante se arrastran y se agitan en su lecho fangoso, adorando a sus antiguos ídolos de piedra y esculpiendo sus propias imágenes detestables en obeliscos submarinos de mojado granito. Pienso en el día que emerjan de las olas, y se lleven entre sus garras de vapor humeantes a los endebles restos de una humanidad exhausta por la guerra... en el día en que se hunda la tierra, y emerja el fondo del océano en medio del universal pandemonio.Se acerca el fin. Oigo ruido en la puerta, como si forcejeara en ella un cuerpo inmenso y resbaladizo. No me encontrará. ¡Dios mío, esa mano! ¡La ventana! ¡La ventana!