miércoles, 23 de noviembre de 2011

Un MOmento de brío


Un solo momento basta para dejar de existir
un solo instante y no podras respirar
y te das cuenta que caminas en la oscuridad
miras atras y te das cuenta todo lo que perdiste lo vuelves a encontrar

Tu sola en la travesia de las sombras
caminando mano a mano con la muerte, mujer de pocas palabras
sin poder cambiar destino y de nada ruedan en pedazos
y sientes por el frio y atraviesas esas lanzas si la bruma del estupor

Nada ayuda en tu camino, nadie escucha tu voz
solo tu espiritu errante en las vegas de la soledad
" o " cruel y solo nos vasta las tinieblas para abastecerte
escuchas los gritos de las almas arrepentidas.

Y solo nos queda vagar por los caminos que trazan las sombras
hasta que un día venga
solo hasta ese momento sola en los caminos
nadie te ve, un solo instante y desapareceras

Un solo momento basta para dejar de existir
un solo instante dejas de respirar
que caminas en la oscuridad caminando sin ilusion
miras hacia atras.

autor Dark Girl codeveronica

Teneis permiso para copiar los poemas, pero decir que son mios
es lo menos ¿no?

jueves, 30 de diciembre de 2010

Besos Poema 2011 Un año más de hipocresia y mentiras para tod@s


Aunque tus besos

no pueda sentir,

aunque tus manos

estén a mil kilómetros,

serás el dueño de mi oscuridad,

el único desierto donde descansare,

tu soledad mi companía,

tus palabras mi delirio,

tu serás todo,

aunque nada necesito,

todo y nada,

serás mi calma.

Mientras te sienta mi lado,

en esta lejanía cercana.
Estaremos juntos en las sombras...

viernes, 17 de diciembre de 2010

Angel poema


Te miro, Sombrío, Hijo de la Oscuridad

Señor sublime de mi alma acongojada

Y observo en ti, pura belleza sin maldad

El dulcísimo deseo en tu faz amada



Hombre siniestro, te vas en la madrugada

Siempre dejando encerrada en tu beldad

A mi corazón, atravesado con crueldad,

Destrozado sin remedio por tu espada.



Venido desde allende el mar, una ciudad

Que ha renegado de tu nombre, una morada

Siniestra, vacía desde la antigüedad

En una nave de coral, perlas, adornada.



A mis brazos llegaste, de doncella armada

Con lanza terrible, con escudo y lealtad

A un estandarte de sagrada, dulce verdad

Y en tu abrazo me dejé abandonada.



Ahora, Sombrío, Hijo de la Oscuridad

Señor sublime de mi alma acongojada

Te miro a ti, implorando a tu piedad

Para que cure a mi alma abandonada

(Para que sacie mi sed)

Dándome a beber de tu boca la soledad

Calmando mi deseo con dulce tenacidad

Obsequiándome tu sonrisa anhelada.



Miradme, Sombrío, Hijo de la Oscuridad,

Os lo pido…venid a mi cama desolada

Arráncadme el corazón…

Y reposad en mi almohada…

martes, 7 de diciembre de 2010

Mis bosques


El invierno alegra mis bosques
las mariposas se desvelan en
un vuelo matinal, donde faltas tú.
Y mi ensueño duerme ese goteo
eterno y gris, plasmado en rocío
y savia de madreselvas adormecidas.
Alucinante te veo en mi piel,
abrasando con tu fuego penumbras,
que en otros tiempos, atormentaban
mi soledad vacía y fría... Un solo
beso es suficiente, para que el sol
sonría en el alba y para que la luna
vuele respirando los perfumes
de tu aliento que besa mi alma...

miércoles, 1 de diciembre de 2010

cursi oscuridad lila


Un soplo de aire mueve tus cabellos, finos y brillantes bajo el sol del atardecer, en movimiento constante, como el inmenso mar, insinuantes ante mi vista. A la sombra de aquel chopo centenario, resguardada del aún intenso sol, protegiendo tu blanca tez, estás con los ojos entornados, pensativa. Cuanto daría yo por saber de tus pensamientos, toda mi fortuna pondría a tus pies, por tan siquiera una parte de ellos, bien merecería padecer este infortunio. Una lagrima vi resbalar en silencio, aún con los ojos entornados, y sin mediar palabra, entendí todo lo que por tu mente pasaba. ¿Cuanto tardarán en enterarse? La belleza no está en el exterior, está muy adentro de cada uno, en lo más hondo del corazón. ¿Cuanto tiempo pasará antes de que no sea demasiado tarde? El tiempo pasa sin mirar atrás, se escurren los segundos, uno tras otro, sin que nadie los pueda recoger. El último rayo de sol antes de la puesta, te da valor, y abres los ojos por fin, en tu mirar veo el brillo de los valientes, ese valor que puede con todo y con todos. Nada podrá ya parar tu determinación, lo veo claro, algo que ya sabía yo que pasaría, quizás te pierda por un tiempo, te irás lejos, pero siempre quedará ese día que nos miramos a los ojos. En la mente de las dos quedará grabado, nada de lo ocurrido será en balde, todo es parte de tu bagaje, ese que te llevará lejos para volver un día. Este día será grande, fiesta por lo alto vamos a dar, con lagrimas en los ojos volveremos a estar, más no serán por una despedida, sino por un dulce reencuentro.

sábado, 27 de noviembre de 2010

oh lala

El precio de estar viva…

no admite alternativa,

se paga y con creces

y con penas se amanece.

Es un enjambre de sueños,

que jamás hallarán dueño,

es un viaje sin destino

Dicen que el amor es un duende

juguetón y travieso,

pero de eso no me fío.

Dicen que con el alma se vuela,

y en eso a ciegas confío,

por que me ha ocurrido…

con el hombre que he querido,

y descubrí que aunque el amor esté ausente,

vive en mí…está presente…

es como un tul perfumado y envolvente,

que hasta en la piel se siente

Son cosas del corazón,

carentes de explicación,

Imposibles de negar,

ya que sólo contigo logro soñar,

y soy feliz y dicha plena es mi despertar

por que hasta la más profunda tristeza

yo logro controlar.

Pero ese es el precio de estar viva.

del amor vivo cautiva, y es un laberinto sin salida.

Solo me queda el consuelo,de que el Señor

nos una para siempre en el cielo…


Por que hasta el firmamento llora

cuando el amor se demora.

Que hermoso hubiera sido,

juntos haber envejecido,

tomados de la mano

¡que hermoso hubiera sido!


ha borrado hasta el camino!

todo es oscuridad,

no quedan huellas

se apagaron las estrellas

jueves, 21 de octubre de 2010

Poema de Editor blogger


Duele la vida, hoy...
Mañana, qué será?

Qué importa el tiempo
si se vive con dolor,
en eterna agonía
y constante sinfonía
con sones decadentes
y sombras permanentes
de fantasmas acechantes
y heridas lacerantes
que anulan los sentidos,
aniquilan los instintos,
destrozan los pensamientos
y nos hunden en el fango
de estiércol, odio y rencor...

Duele la vida, hoy...
Mañana, qué será?

domingo, 17 de octubre de 2010

Oscuro


El día de los pocos,
Muchos ya han partido,
Y creo estar confundida,
En los montes se escuchan los ecos de dolor.

El horizonte es sabio,
Sabe cuando terminar,
Y miro fijo el camino llegando a tus huellas,
Y corro tras ellas.

Sal del túnel oscuro,
Comienza a sentir la luz,
Tengo miedo de no saber tu nombre,
O que mis ojos vean lo que no quieren ver.

Tranquilamente silenciosas,
Las palabras de tu boca,
En cambio tus acciones son pura insatisfacción
cuando te recordaba.

Miremos el atardecer,
Se siente el sol como quema los arboles,
Y no pienso en nada,
Solo quiero quemarme.

ayudo a que te rebeles,
que te destapes y vengas a mí,
y sin sentir miedo te abrazo,
de este túnel juntos vamos a salir

El horizonte es sabio,
Sabe cuando terminar,
Y miro fijo el camino llegando a tus huellas,
Y corro tras ellas.

viernes, 1 de octubre de 2010

Lacrimosa



Lacrimosa es un dueto formado en Alemania integrado por Tilo Wolff y Anne Nurmi (Finlandia). Mezclan estilos musicales tales como elementos del gothic metal, gothic rock, violines, trompetas y otros instrumentos clásicos. Sus letras están escritas principalmente en alemán, aunque algunos de sus álbumes tienen contenido en inglés, español, ruso, latín y finés. Sus canciones versan sobre la soledad, la analogía del hombre con el autómata, la tristeza, la oscuridad, la desesperación, la felicidad, la esperanza, la desesperanza, la muerte y el amor.

La historia comienza cuando Tilo Wolff y Christian Dörge se dieron a conocer en el año de 1987, cuando Tilo Wolff solo tenía 16 años; y Dörge decidió reclutar a "las promesas" del movimiento gótico alemán con el disco “Lycia” (además de Tilo Wolff estuvieron Bruno Kramm y Oswald Henke). En este proyecto Tilo interpreta 4 canciones: Der Satyr, Weltschmerz, Kriegsvögel y Mystische Rosenmadona; Dörge es el autor de la gran mayoría de las letras y el concepto del disco. Fue hasta 1990 con su creación de su Demo que él tuvo libertad creativa total; El álbum no fue lanzado sino hasta el año 1992, después del segundo disco de Lacrimosa, fue producido por Dörge y Tilo y lanzado bajo el sello de éste último, Hall of Sermon.[1]

En noviembre de 1990 aparece “Clamor” (de nombre original “Angst”) su primer trabajo acreditado y poseedor de una historia por sí mismo, grabado en cassette el cual distribuye a nivel underground y conteniendo solo dos canciones, las cuales reeditaron e incluyeron en su primer álbum, éste lanzamiento fue de solo 100 copias de las cuales solo 90 de distribuyeron.

El primer álbum oficial de Lacrimosa, “Angst” (Miedo), es un disco de música minimalista, lenta, con un sonido melancólico, nostálgico, la música se basa en percusiones repetitivas de batería y un sonido dominado por el teclado y con una voz depresiva, profunda, nostálgica, su única canción agresiva es «Der Ketzer» (El Hereje), donde denuncia los crímenes de los Papas de Roma. Su segundo y tercer álbum, “Einsamkeit” (Soledad) y “Satura”, con una esencia igual al disco “Angst”, aunque con mayor presencia del rock y las guitarras, tocando temas como el miedo, la falta de ayuda, la soledad, la no existencia, la inexistencia de amor y la muerte.

En 1993 durante la gira promocional de Satura, Tilo Wolff conoce a Anne Nurmi tecladista y segunda voz de Two Witches a quien pide lo apoye en los teclados durante su gira... Tilo queda convencido del talento de Anne y la invita a formar parte de Lacrimosa permanentemente con lo cual Lacrimosa se convierte en un dueto.
Anne Nurmi en un concierto en 2005.

Posteriormente, sale a la luz el cuarto álbum, “Inferno” (Infierno), donde Anne Nurmi toma total participación en él, colaborando con su voz por primera vez; en este álbum podemos escuchar una música diferente a la de sus trabajos anteriores, dándole un toque más pesado, usando guitarras, bajo y un teclado un poco más electrónico, con un sonido, podría decirse, del hoy ya conocido metal gótico, pero no es sino hasta en “Stille” (Silencio) cuando Lacrimosa publica un álbum que puede calificarse como 'metal'. Las guitarras características del heavy metal complementan los arreglos más rimbombantes de elementos e instrumentos clásicos que dominan la música, llevándoles a un estilo mas sinfónico pero sin salir de su típico sonido de darkwave. Temáticamente, el énfasis en el lado oscuro de los sentimientos humanos es casi abandonado, con varias canciones alegres. «Stolzes Herz» (Corazón orgulloso) y «Die Strasse der Zeit» (La Calle del Tiempo) ensalzan la fuerza cultural y personal. «Die Strasse der Zeit» describe un viaje al revés durante una historia de traición, codicia y estupidez hasta que el protagonista encuentra consuelo en la cultura de la antigua Grecia. «Stolzes Herz» es una de las canciones segun los fans que mas llega la voz de Tilo a alcanzar un registro que expresa gran desesperacion, siendo la cancion de preferencia de muchos de ellos(Arya).

El siguiente álbum, “Elodia”, reduce el poder de las guitarras, centrándose en los elementos sinfónicos, de los cuales unos cuantos fueron grabados por la Orquesta Sinfónica de Londres.[2] Concebido como una obra en tres partes, “Elodia” se interna en el tema más popular de la historia de la música, el amor: Una obra orquestal separada en tres actos, el primer acto trata del amor que se agobia, el segundo trata sobre la separación de este amor y el tercero comienza con un requiem y termina afirmando que «Al final estaremos los dos» (Am Ende stehen wir Zwei). La atmósfera gótica está presente, pero las letras sobre la pérdida y la muerte aparecen en la última parte del álbum.

El estilo musical de “Elodia” está presente en el disco de 2001 “Fassade” (Fachada), el cual contiene una gran cantidad de visiones musicales diferentes, desde el duro sonido metálico de «Liebesspiel» (Juego de Amor) hasta los tranquilos teclados de «Senses» (Sentidos) pasando por el interludio sinfónico entre las guitarras y la orquesta en la canción homónima de tres movimientos «Fassade» (Fachada).[3] “Fassade” es uno de los discos más pesados de Lacrimosa, no por el lado del metal como por la cantidad de instrumentos y voces que se pueden escuchar en una sola pieza.

“Echos” (Ecos) es el testigo de un progreso musical de la banda y es el disco con más elementos sinfonicos, en el cual los elementos metálicos y rock desaparecen progresivamente para ir dando más relevancia a los elementos clásicos. Los arreglos de orquesta se apartan de los clásicos elementos sinfónicos que se pueden encontrar en la música metal actual, como se puede apreciar en la primera pista del disco «Kyrie - Overture» (Salve! - Apertura). La música de “Echos” también deja entrever una influencia de la música industrial electrónica como es claro en la canción «Ein Hauch von Menschlichkeit» (Un Toque de Humanidad).

El desarrollo musical de Lacrimosa se puede resumir así: comenzando por la música lenta y minimalista centrada en los teclados de “Angst”, las guitarras y otros elementos metal se añadieron poco a poco hasta llegar a su punto culminante en “Stille”. Desde ese momento, el énfasis cambió de los elementos metálicos a una composición más clásica, claramente caracterizada en “Fassade”. Finalmente, “Echos” da un nuevo giro apartándose de los elementos metálicos y clásicos anteriores, produciendo un estilo musical difícil de describir. El desarrollo de Lacrimosa musicalmente es tranquilo, donde cada álbum tiene una conexión musical con su predecesor y su sucesor.

“Lichtgestalt” (Forma de Luz) fue publicado en el año 2005.[4] En este álbum, el contenido vuelve a hacer énfasis en temas amorosos y luminosos utilizando elementos de la música clásica y del metal, este último casi desaparecido de la anterior producción “Echos”. Las canciones de “Lichtgestalt” ciertamente alcanzan momentos de calidad indiscutible, si bien con algunas caídas estéticas que vienen a ser recuerdos reformulados y trabajados en canciones de otros discos, quizá buscando darle una identidad musical cercana a la de discos históricos como “Stille” o “Fassade”. Estos lastran la potencia musical de los mejores temas, hasta el punto de poderlo definir como anquilosamiento estilístico. Sin embargo, la falta de renovación que se percibe en todo el disco podría ser el signo de un trabajo de transición.

Después de dos años del tour Lichtgestalt, sale a la venta su segundo álbum en vivo llamado “Lichtjahre”, el cual fue grabado durante su gira en varios como Alemania, Japón, México, Polonia y Rusia. Este nuevo disco sale a la par con el DVD “Lichtjahre” que contiene temas como «Lichtgestalt» (Figura de Luz), «Der Morgen Danach» (La Mañana siguiente), «Alles Lüge» (Todo Mentira), «Durch Nacht und Flut» (A Través de la Noche y la Marea)… ya clásicos en los conciertos dados por esta talentosa banda. El DVD fue grabado en forma de película en el cual contiene grandes momentos con sus fans, entrevistas, detrás de cámaras, etc.

En mayo de 2009 publican su último álbum de larga duración titulado “Sehnsucht” (Anhelo, Deseo, Añoranza), el primer álbum de estudio que tiene más de 8 canciones en su repertorio, para éste álbum se publican dos ediciones, la normal y la edición especial, la cual cuenta con 6 de las canciones con producción y arreglos diferentes y la primera portada de un álbum a color. Musicalmente es un álbum muy complejo y variado al igual que su temática que va desde el anhelo, el amor, la pérdida, el odio, etc. Sus canciones más representativas son «Die Sehnsucht in mir» (El Deseo en mi), «Feuer» (Fuego) y «Mandira Nabula». «Die Sehnsucht in mir» es un paseo por una letra corta pero profunda, con arreglos musicales que van aumentando el nivel de complejidad conforme avanzan los minutos hasta culminar con un profundo "Du bist hier, Jetz ist alles Gut..." (Estás aquí, ahora Todo está Bien...). «Feuer» es la canción más orquestal, más producida y más enérgica del álbum, es la que se representa en la portada, con el arlequín prendiendo fuego a una figura femenina, trata del odio resultado de un desamor o una traición, es un desahogo de furia con el fin de estar bien. «Mandira Nabula» es una canción de desamor, con toques que recuerdan a «Malina» (pero más pesada) y a la música que coloquialmente se asocia con Rusia.

El 11 de julio de 2009 realizan una gira por Latinoamérica, pasando porArgentina, Chile, Perú, Ecuador y México. La gira continuó por Japón, China, Italia, Alemania, Suiza, Austria, Bélgica y Polonia.

Lacrimosa invita a sus seguidores a producir su propio video de la canción Feuer, a modo de concurso, los mejores (que serían seleccionados por un equipo selecto de Hall of Sermon) serían presentados en la página oficial junto con el de Carlos Toro.

Para mayo de 2010, con motivo de su vigésimo aniversario, Lacrimosa lanzó a la venta un nuevo CD doble titulado Schattenspiel. Contiene 18 canciones. 16 inéditas de álbums anteriores y 2 totalmente nuevas.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Noche oscura


Ayer fue noche oscura y hubo quien
tocara mi piel
y hoy que todo brilla
no hay razón ya no sale el sol.


Que ya no hay fe
Que ya no se
Que todo se me escapa de mi ser...
Que fue el ayer y el tiempo
No queda más recuerdo que el dolor


Donde haya amor
solo veo desolación
la luz se va, no hay sueño
me muero entre el abismo y el temor
Donde haya amor, Quiero luz
quiero amor, quiero un beso.



Tal vez, mi sueño pueda ser real
no te vayas más
y Tal vez los versos muertos volverán
Ya pronto se irán
quiero creer, quiero ser fe
todo se me escapa sin poder ser


Se fue el ayer y el tiempo
No queda más recuerdo que el dolor
Donde haya amor
solo veo desolación
la luz se va, no hay sueño
me muero entre el abismo y el temor
Donde haya amor, Quiero luz
quiero amor, quiero un beso.


Se fue el ayer y el tiempo
No queda más recuerdo que el dolor
Donde haya amor
solo veo desolación la luz se va, no hay sueño
me muero entre el abismo y el temor
Donde haya amor, Quiero luz
quiero amor, quiero beso...

jueves, 10 de junio de 2010

Si ....... fuera tiña

La envidia puede consumir un alma como el fuego creado por una chispa,
puede consumir un pastizal seco.
La envidia puede convertirse en odio y autocompasión.

La envidia y el odio es como un fuego que
puede consumir un alma
y
puede dejar cenizas donde no hay comprensión.
Puede crea una forma antisocial de auto destrucción.
Fuego y cenizas que consumen hasta las semillas de la superación.

La envidia causa dolores que puede crear un veneno
que mata el corazón.
Crea un estado de salud de auto consumo.
Enfermedades dadas que acaba
n una vida sin razón.

Sin embrago, la admiración crea humildad,
compasión y amor en el corazón.
Un buen estado de salud con buenas razones.

También crea un espacio fértil en el alma
para esperanzas y futura
s inspiraciones.

Por lo tanto, es mejor aprender a cambiar la envidia
por la admiración.
Para así tener una vida humilde, larga y sana
con bondad y amor en el corazón.

domingo, 9 de mayo de 2010

El Lobo. Guy de Maupassant (1850-1893)


El Lobo.
Guy de Maupassant (1850-1893)

Vean lo que nos narró el viejo marqués de Arville, a los postres de la comida con que inaugurábamos aquel año la época venatoria en la residencia del barón de Ravels.
Habíamos perseguido a un ciervo todo el día. El marqués era el único invitado que no tomó parte alguna en aquella batida, porque no cazaba jamás.

Durante la comida casi no se habló más que de matanzas de animales. Hasta las señoras oían con interés las narraciones sangrientas y con frecuencia inverosímiles; los oradores acompañaban con el gesto la relación de los ataques y luchas de hombres y bestias; levantaban los brazos, ahuecaban la voz. Agradaba oír al señor de Arville, cuya poética fraseología resultaba un poco ampulosa, pero de buen efecto. Es indudable que habría referido muchas veces, en otras ocasiones, la misma historia, porque ninguna frase lo hizo dudar, teniéndolas todas ya estudiadas, muy seguro de producir la imagen que le convenía.

-Señores: yo no he cazado nunca; mi padre, tampoco; ni mi abuelo ni mi bisabuelo. Este último era hijo de un hombre que había cazado él solo más que todos ustedes juntos. Murió en 1764, y voy a decir de qué manera. Se llamaba Juan, estaba casado y era padre de una criatura, que fue mi bisabuelo; habitaba con su hermano menor, Francisco de Arville, en nuestro castillo de Lorena, entre bosques. Francisco de Arville había quedado soltero; su amor a la caza no le permitía otros amores.
Cazaban todo el año sin tregua, sin descanso y sin rendirse a las fatigas. Era su mayor goce; no sabían divertirse de otro modo; no hablaban de otro asunto: sólo vivían para cazar. Los dominaba aquella pasión terrible, inexorable, abrasándolos, poseyéndolos, no dejando espacio en su corazón para nada más. Habían prohibido que por ninguna causa los interrumpieran en sus cacerías. Mi bisabuelo nació mientras perseguía su padre a un zorro y, sin abandonar su pista, Juan de Arville murmuró:
-¡Cristo! Bien pudo esperar ese pícaro para nacer a que yo termine.

Su hermano Francisco se apasionaba aún más en su afición. Lo primero que hacía en cuanto se levantaba era ver a los perros y los caballos; luego, se entretenía disparando a los pájaros en torno del castillo hasta la hora de salir a caza mayor.

En la comarca los llamaban el señor marqués y el señor menor; entonces los aristócratas no establecían en los títulos -como ahora la nobleza improvisada quiere hacerlo- una jerarquía descendiente; porque no es conde un hijo de marqués ni barón un hijo de vizconde, como no es coronel de nacimiento el hijo de un general. Pero la vanidad mezquina de los actuales tiempos lo dispone así. Vuelvo a mis ascendientes.

Parece ser que fueron agigantados, velludos, violentos y vigorosos; el joven aún más que su hermano mayor, y tenía una voz tan recia, que, según una opinión popular que le complacía, sus gritos agitaban toda la verdura del bosque. Y, al salir de caza, debieron de ofrecer un espectáculo admirable aquellos dos gigantes, galopando en dos caballos de mucha talla y brío.

El invierno de 1764 fue muy crudo y los lobos rabiaron de hambre.

Atacaban a los campesinos, rondaban de noche alrededor de las viviendas, aullaban desde la puesta de sol hasta el amanecer y asaltaban los establos. Circuló un rumor terrible. Se Hablaba de un lobo colosal, de pelo gris, casi blanco; que había devorado a dos niños y el brazo de una mujer; había matado a todos los mastines de la comarca y, saltando las tapias, olifateaba sin temor alguno bajo las puertas. Ningún hombre dejó de sentirlo resoplar; su resoplido hacía estremecer la llama de las luces. Invadió la provincia un pánico terrible. Nadie salía de casa de noche ni al anochecer. La oscuridad parecía poblada en todas partes por la sombra de aquella bestia...

Los hermanos de Arville, resueltos a perseguir y matar al monstruo, dispusieron grandes cacerías, invitando a los nobles de la región. Todo fue inútil; ni en los bosques ni entre las malezas lo hallaron jamás. Mataban muchos lobos, pero aquél no aparecía. Y cada noche, al terminar la batida, como para vengarse, la bestia feroz causaba estragos mayores, atacando a un caminante o devorando alguna res; pero siempre a distancia del sitio donde lo buscaron aquel día.

Entró una de aquellas noches en la pocilga del castillo de Arville y devoró los dos mejores cerdos. Juan y Francisco reventaban de cólera, imaginando en aquel ataque una provocación del monstruo, una injuria directa, un reto. Con sus más resistentes sabuesos, acostumbrados a perseguir temibles bestias, aprestáronse a la caza, rebosando sus corazones odio y furor.

Desde el amanecer hasta que descendía el sol arrebolado entre los troncos de los árboles desnudos, batieron inútilmente los matorrales.

Regresaban furiosos y descorazonados, llevando al paso las cabalgaduras por un camino abierto entre maleza, sorprendiéndose de que un lobo burlase toda su precaución y poseídos ya de una especie de recelo misterioso. Juan decía:

-Esa bestia no es como las demás. Parece que piensa y calcula como un hombre.
Y contestaba Francisco:
-Acaso conviniera que nuestro primo el obispo bendijese una bala, o que lo hiciese algún sacerdote de la región, rogándole nosotros que pronunciase las palabras oportunas.
Callaron y, después de un silencio, advirtió Juan:
-Mira el sol, qué rojo. La fiera no dejará de causar algún daño esta noche.

Apenas había terminado la frase, cuando su caballo se encabritó; el de Francisco giraba. Un matorral, cubierto de hojas marchitas, crujió, abriendo paso a una bestia enorme y gris que, saliendo rápidamente de su escondrijo, internose al punto en el bosque. Los dos de Arville articularon una especie de rugido que demostraba su fiera satisfacción y encogiéndose, inclinados hacia adelante, pegándose al cuello de sus briosos caballos, impulsándolos con todo su cuerpo, los lanzaron a la carrera, excitándolos, arrastrándolos, enloqueciéndolos de tal modo con las voces, con sus movimientos, con la espuela, que los hercúleos caballeros, como si un ímpetu gigantesco los condujera volando, parecían arrastrar entre las piernas a sus caballos, que iban a escape, tocando en el suelo con el vientre, haciendo crujir los matorrales y salvando las torrenteras, encaramándose por escarpadas pendientes y descendiendo por angostas gargantas. Los caballeros hacían resonar las trompas con toda la fuerza de sus pulmones, llamando a sus criados y a sus perros.

De pronto, en aquella furiosa y precipitada persecución, tropezó mi abuelo con la cabeza en una rama que le abrió el cráneo y cayó sin sentido, mientras el caballo continuaba su carrera loca, desapareciendo en la densa oscuridad que iba envolviendo el bosque. Francisco de Arville paró en seco y se apeó, cogiendo en brazos a su hermano; vio que por la herida, entre la sangre, asomaba también el cerebro.

Entonces, apoyándolo sobre sus rodillas, contempló el rostro ensangrentado, las facciones rígidas, inertes, del marqués. Poco a poco el miedo lo invadió, un miedo extraño que no había sentido nunca. Temía la oscuridad, la soledad, el silencio del bosque; hasta llegó a temer que apareciera el fantástico lobo, que se vengaba de aquella persecución tenaz de los Arville haciendo morir al mayor de los hermanos.

Se espesaban las tinieblas; el frío, agudo, hacía crujir los árboles. Francisco se incorporó, tembloroso, incapaz de permanecer allí más tiempo, sintiéndose casi desfallecer. No se oía nada; ni ladridos de perros ni voces de trompa; todo estaba mudo en el invisible horizonte, y aquel silencio taciturno de una helada noche tenía bastante de horroroso y extraño.

Alzó entre sus manos de coloso el cuerpo gigantesco de Juan, atravesándolo sobre la silla para llevarlo al castillo; montó y se puso en marcha, despacio, sintiendo una turbación semejante a la embriaguez, perseguido por espectros indefinibles y espantosos.

De pronto, una forma vaga cruzó el sendero que la nocturna oscuridad invadía. Era la bestia. Una sacudida brusca, un verdadero espanto agitó al cazador; algo frío, como una gota de agua, se deslizó sobre sus riñones; y, como un ermitaño que ahuyenta a los demonios, el caballero hizo la señal de la cruz, desconcertado ante aquella temible aparición del espantoso vagabundo. Pero sus ojos refrescaron su memoria, presentándole a su hermano muerto; y, de pronto, pasando en un instante del miedo al odio, rugió furiosamente y espoleando al caballo se lanzó tras el lobo.

Lo siguió entre los matorrales y a través de bosques desconocidos. Galopaba con la vista penetrante, clavada en la sombra que huía; tropezaban en los troncos y en las rocas la cabeza y los pies del muerto atravesado en la silla. Le arrancaban el cabello las zarzas y salpicaba con sangre los árboles, golpeándolos con la frente; las espuelas rechinaban y hacían saltar chispas de los pedruscos. De pronto, la bestia y su perseguidor salieron del bosque y se lanzaron a un valle cuando aparecía la luna en lo alto del monte; un valle pedregoso, cerrado por enormes rocas. No hallando fácil salida por aquella parte, la bestia retrocedió.

Francisco no pudo contener un alarido estruendoso de alegría, que los ecos repitieron como repiten el rodar de un trueno, y saltó a tierra empuñando el cuchillo de monte. La bestia, con los pelos erizados y arqueado el cuerpo, lo aguardaba. Pero antes de comenzar el combate, cogiendo el cazador el cuerpo de su hermano, lo apoyó entre unas rocas, y sosteniéndole con piedras la cabeza, que parecía una masa de sangre cuajada, le dijo a voces, como si hablara con un sordo:

-¡Mira, Juan! ¡Mira eso!

Y se arrojó sobre la bestia. Sentíase bastante poderoso para levantar en vilo una montaña, para triturar pedernales entre sus dedos. La bestia quiso hacer presa en él, procurando arrimar su hocico al vientre del cazador; pero éste la tenía sujeta por el cuello y la estrangulaba tranquilamente con la mano, sin acordarse del cuchillo, gozándose al sentir los ahogos de su garganta y las palpitaciones de su corazón. Reía, reía más, cuanto más apretaba; reía gritando: ¡Mira, Juan! ¡Mira eso! Ya no hallaba resistencia: el cuerpo del monstruo cedía con blandura. Estaba muerto.

Entonces Francisco lo alzó, y acercándose a su hermano con aquella carga inerte dejó caer un cadáver a los pies de otro cadáver, diciendo, conmovido y cariñoso:
-Toma, Juan; tómalo; ahí lo tienes.
Después colocó en la silla los dos cuerpos y se puso en marcha.

Entró en el castillo riendo y llorando, como Gargantúa cuando el nacimiento de Pantagruel. Pregonaba la muerte de la bestia con exclamaciones de triunfador y gritos de gozo; refería la muerte de su hermano, gimiendo y arrancándose las barbas. Y, pasado el tiempo, cuando hablaba de aquella noche fatal, decía con lágrimas en los ojos:

-¡Si al menos hubiese podido ver el pobre Juan cómo estrangulé al otro, es posible que muriera satisfecho! ¡Estoy seguro!

La viuda educó a su hijo haciéndolo odiar la caza y ese odio se ha transmitido hasta mí de generación en generación.

El marqués de Arville había terminado. Alguien preguntó:
-Esa historia es una leyenda, ¿verdad?
Y el marqués respondió:
-Aseguro que todo es cierto, que todo ha ocurrido.
Y una señora dijo con dulzura:
-De cualquier modo, agrada oír contar que alguien se apasiona fieramente.